Hoy saqué una caja de mi auto que había estado allí durante muchos meses. Mi mamá me la dió porque estaba llena de cosas que dejé en su casa. Era grande, y pesada, y yo no quería revisar las cosas.
Bueno, hoy, finalmente, la saqué de mi auto y la subí a mi apartamento. Descubrí, sentada en el piso y hurgando en la caja, que la mayoría de su contenido eran libros y papeles de mis estudios universitarios. Había algunos libros de partituras también, y un metrónomo.
Revisé todo, tiré mucho, ¿y ahora? Ahora me siento tan tranquila. La caja era pesada y ese peso –me di cuenta de esto solo después de vaciar la caja– había estado sobre mis hombros.